Tirandillo

Tirandillo
Diez años justos de garambainas. No está mal. Aquí lo dejo para explorar otras formas de correspondencia. Mi intención es reunir una o dos veces al año textos parecidos a los que he venido publicando aquí, y enviarlos por correo postal. Para recibirlos —gratis, mientras pueda permitírmelo—, envíame tus señas a la dirección siguiente:

Nos seguimos leyendo.

sábado, 11 de febrero de 2017

Cuando los hechos son desdeñados como rumores, los rumores adquieren categoría de hechos. Esta semana se ha dado por cierto un bulo no desmentido según el cual Trump habría llamado a las tres de la madrugada a un consejero de Seguridad Nacional para preguntarle si era mejor que el dólar estuviera al alza o a la baja. El consejero le respondió que eso lo sabía un niño de cuatro años, y el presidente pidió que le llevaran uno asap.

Legendarias o reales, las barbaridades diarias del nuevo presidente siempre son verosímiles, y suscitan un estado de incredulidad y escandalera peligrosamente adictivo. Sólo haciendo un esfuerzo titánico consigo cambiar de canal cuando está a punto de comenzar el telediario (que para más inri presenta una sex symbol). El querubín ilustrado que se sienta en mi hombro derecho me echa la bronca:

—¡El conocimiento siempre es preferible a la ignorancia! ¡Sapere aude, et cætera! ¡Hazlo por la sex symbol!

Mequetrefe pedante. Déjame que, si he de saber algo, por lo menos elija lo que quiero saber. Prefiero que un concurso me enseñe cómo se llama el río que pasa por el Cañón del Colorado a enterarme de la nueva ocurrencia de nuestro Nerón catódico. La telebasura es mi metadona.

Para mi desesperación, la post-verdad y la scripted reality han contaminado de trumpismo hasta la telebasura. Así es ahora Saber y ganar:

—¿Quién descubrió la penicilina?

—Alexander Fleming.

—Lo siento, la respuesta correcta es la C: «Pikachu», pero como has contestado lo que ponía en el guión, te llevas a casa un lote de derivados financieros tóxicos y una toallita desmaquilladora presuntamente usada por Ivanka.