Tirandillo

Tirandillo
Diez años justos de garambainas. No está mal. Aquí lo dejo para explorar otras formas de correspondencia. Mi intención es reunir una o dos veces al año textos parecidos a los que he venido publicando aquí, y enviarlos por correo postal. Para recibirlos —gratis, mientras pueda permitírmelo—, envíame tus señas a la dirección siguiente:

Nos seguimos leyendo.

sábado, 18 de mayo de 2013

En la universidad en la que trabajo ha quedado vacante una plaza de lector, y llevo un mes recibiendo currículos. A día de hoy he respondido 366 correos electrónicos relativos a este asunto. Las solicitudes en firme son más de 220, 60 de ellas remitidas por correo postal. Al principio me irritaba que algunos currículos no cumplieran los requisitos mínimos que figuraban en el anuncio. Algunos llegaban en inglés. Otros parecían de broma: «Leí en una página web este anuncio y me interesa saber más de qué se trata. Soy chileno, donde vivo», etc. Uno comenzaba con estas palabras: «Le soy franco, mis conocimientos de francés rozan lo nulo. Carezco de doctorado alguno. Ignoro completamente la enseñanza de nuestra prolífica lengua para con aquellos que la desconocen. Ni siquiera (me sincero del todo) soy docente. Sin embargo venero y honro la literatura Hipanoamericana. Incluso estaría encantado de poder trabajar con usted ad honorem».


A pesar de las muestras de simpatía expresadas por analfabetos y sociópatas, con el tiempo me ha ido ganando la sensación de desaliento y de injusticia. Hoy es sábado, cerca de la medianoche, y sigo respondiendo correos escritos también a medianoche por personas desesperadas, dispuestas a hacer lo que sea por salir adelante, incluso lo que no saben y en condiciones que ignoran.