Cosas de Washington que echaré de menos: las ardillas; la root beer; el old fashioned de Tryst; que todos los restaurantes tengan cilantro y pico de gallo; la ensalada especial de Burrito Brothers; el metro, que parece un set de rodaje de la primera Battlestar Galactica; la limonada de arándanos y albahaca de Sweet Green; las hamburguesas con gorgonzola; la banda de Dupont Circle; que la gente no me pregunte de dónde vengo cuando oye mi acento.
—¿Ves? —moraliza Kathleen, cuando concluyo de leerle mi lista—. Y luego dices que todo se puede aprender leyendo y no hace falta viajar.
—Bueno, la gente que lea mi blog podrá tener todo lo positivo sin nada de lo negativo.
—Ya, pero no habrán tenido la experiencia de ir en canoa por el Potomac.
Ni la de que el sol les produzca quemaduras en las piernas y luego se les hinchen los tobillos por un exceso de lidocaína. Al final, leyendo o sin leer, creo que la cosa se equilibra bastante.